Después de la ruidosa, escandalosa y cruda Delhi viajamos en tren hasta AGRA.
El viaje estuvo muy bien, la espera en la estación de tren un mareo hasta comprender como estan organizados los vagones y las clases de ticket…
Aquí los vendedores no son tan violentos como en Delhi y sostienen: "you happy, me happy = all happy", aunque muchas veces eso cueste desembolsar algo de propina…
Paramos en un hostel hermoso, Tourist Rest House, donde encontramos varios viajeros de muchas partes del mundo en plan similar al nuestro, comimos excelente comida vegetariana y conseguimos conexión con wifi…
El Taj Majal fue impresionante...la fauna que lo rodea tambien: entre monos que roban cámaras de fotos, loritos que parecen de plástico, camellos tirando de transportes, lagartijas y ardillas….
Caminamos al son del "Hare Krisna, Hare Krisna, Krisna Krisna, Hare Hare, Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare"...entre calles oscuras, pisando barro, sintiendo al rededor y dentro nuestro la adrenalina de la incertidubre que nos rodea, abiertos a lo que depare la experiencia y el destino…
Negociamos visitar shops para que a los transportistas les paguen comisión y así ayudarlos, nos reímos mucho cruzando calles y esquivando vacas, y por fin relajamos un poco para dedicarnos a disfrutar...Todo lo que al principio resultaba tan escandaloso y molesto empezamos a tomarlo con sentido del humor...
En Agra no se ve tanta pobreza como en Delhi, la gente es más amable y pide con buena cara en vez de tratar de engañar (toda esta frase sostenida entre amplias comillas)…
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