sábado, 2 de enero de 2010
viernes, 1 de enero de 2010
HACIENDO BALANCES
Regresando de Manaos en un vuelo de TAM pienso que cuando pise Buenos Aires después de estar casi 10 días afuera va a ser un nuevo año: 2010.
¡Qué bueno seria poder acumular variados factores y poder cerrar tantos capítulos inconclusos y sin sentido del año que terminó!
Relaciones patéticas, enganches con hombres virtualmente creados por mí, que distaban mucho de lo real...
Me angustia...o mejor dicho: me da cierta nostalgia haber conocido a tantas personas y que la levedad del relacionamiento (o la intensidad enferma virtual de la cual soy responsable) no haya permitido que se genera algo creativo, por ejemplo una amistad. La nada misma.
Me quedo con tan poco de las relaciones que establecí con hombres que conocí este año...¿Será que espero demasiado? A veces creo que mis intensas ganas de vivir pueden llegar a asustar, pero entiendo que eso no es una excusa...
En el año que pasó no cautivé a ningún hombre: solo a mí misma. Nadie con quien pude dejar abrir mis puertas quedó a gusto lo suficiente con mi ser. Eso es lo que me genera cierto dolor, ya que cuando más conectada estuve conmigo misma, menos atracción generé...Màs bien generé pánico, desapariciones, borrones, colgadas, o simplemente (y esto es lo peor) desinterés total.
No termino de quedarme tranquila con la explicación de que los lugares donde conozco a la gente determinan ésto, tampoco con la típica explicación de que "no es el momento", ya que no es que estoy esperando conocer ahora al hombre de mi vida, pero sí por lo menos sacar algo productivo de mis relaciones.
Quizás atraigo desinterés porque me demuestro desinteresada y ensimismada, pienso a veces, y me animo a demostrarle a alguien interés: demostración que no es correspondida y solo termina generando que el puercoespín encienda todas sus defensas, entonces el círculo vicioso se retroalimenta.
Quiero que, y deseo que, al pisar Buenos Aires todo esto quede pisado: pasado. No quiero más relaciones tan vacías de contenido personal. Prefieron perderme en otros antes que sentirme en este laberinto de espejos frívolos que pienso dejar como capítulo XII (cierre) del año 2009.
Me cansé de regalar esencia, mostrarme desnuda, entregarme tanto y fantasear que el otro está en la misma sintonía. ¿Porqué no puedo dejar de tener un enamorado virtual?
Sigo creyendo en las hadas, tratando de lidiar con un mundo de números y soluciones robóticas, frías, poco personales y desapegadas, descomprometidas.
Es muy triste encontrar tan pocs personas que estén dispuestas a relacionarse en conexión con el ALMA.
¡Qué bueno seria poder acumular variados factores y poder cerrar tantos capítulos inconclusos y sin sentido del año que terminó!
Relaciones patéticas, enganches con hombres virtualmente creados por mí, que distaban mucho de lo real...
Me angustia...o mejor dicho: me da cierta nostalgia haber conocido a tantas personas y que la levedad del relacionamiento (o la intensidad enferma virtual de la cual soy responsable) no haya permitido que se genera algo creativo, por ejemplo una amistad. La nada misma.
Me quedo con tan poco de las relaciones que establecí con hombres que conocí este año...¿Será que espero demasiado? A veces creo que mis intensas ganas de vivir pueden llegar a asustar, pero entiendo que eso no es una excusa...
En el año que pasó no cautivé a ningún hombre: solo a mí misma. Nadie con quien pude dejar abrir mis puertas quedó a gusto lo suficiente con mi ser. Eso es lo que me genera cierto dolor, ya que cuando más conectada estuve conmigo misma, menos atracción generé...Màs bien generé pánico, desapariciones, borrones, colgadas, o simplemente (y esto es lo peor) desinterés total.
No termino de quedarme tranquila con la explicación de que los lugares donde conozco a la gente determinan ésto, tampoco con la típica explicación de que "no es el momento", ya que no es que estoy esperando conocer ahora al hombre de mi vida, pero sí por lo menos sacar algo productivo de mis relaciones.
Quizás atraigo desinterés porque me demuestro desinteresada y ensimismada, pienso a veces, y me animo a demostrarle a alguien interés: demostración que no es correspondida y solo termina generando que el puercoespín encienda todas sus defensas, entonces el círculo vicioso se retroalimenta.
Quiero que, y deseo que, al pisar Buenos Aires todo esto quede pisado: pasado. No quiero más relaciones tan vacías de contenido personal. Prefieron perderme en otros antes que sentirme en este laberinto de espejos frívolos que pienso dejar como capítulo XII (cierre) del año 2009.
Me cansé de regalar esencia, mostrarme desnuda, entregarme tanto y fantasear que el otro está en la misma sintonía. ¿Porqué no puedo dejar de tener un enamorado virtual?
Sigo creyendo en las hadas, tratando de lidiar con un mundo de números y soluciones robóticas, frías, poco personales y desapegadas, descomprometidas.
Es muy triste encontrar tan pocs personas que estén dispuestas a relacionarse en conexión con el ALMA.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)